Para las musas desconocidas

Imagino que hablo por muchas de nosotras cuando digo que a veces vamos caminando por la calle tranquilamente, ya sea solas o acompañadas por alguien, pero sin sentir muy presente nuestro lado femenino, cuando vemos pasar a nuestro lado, o en la acera de enfrente, o dando la vuelta en la esquina, o en el súper, o en la oficina, a una mujer que logra captar nuestra atención e inevitablemente atrae hacia ella nuestra mirada.

Esto podría parecer, para el ojo inexperto, como un comportamiento netamente masculino y primitivo, en el que el espécimen del varón identifica una hembra que le parece un excelente ejemplar para el apareamiento. Sin embargo, nosotras las feminófilas sabemos que no se trata (nada más) de eso. Lo que acaba de llamar nuestra atención, más que la mujer en sí misma, es el atuendo que porta. Esa hermosa falda amarilla de tul; aquella blusa de tirantes con estampado floral; unas fabulosas sandalias rosas de tacón; unas indescriptibles pantimedias ahumadas a juego con una minifalda tableada; un pantalón negro ajustado de vinil con una playera blanca que deja entrever un bra… infinitas opciones y combinaciones que nos llevan a imaginarnos vestidas con esas prendas.

Son ellas las musas anónimas a quienes rinde tributo este post, las que nos inspiran a crear e intentar looks distintos a los que estamos acostumbradas, las que nos muestran las últimas tendencias de la moda y hacen que nos den ganas de ir de compras para adquirir esa prenda que les vimos usar y nos fascinó. Y ¿por qué no? Llegar a nuestra casa y vestirnos en la intimidad y privacidad de nuestras habitaciones e imaginar que somos ella, caminando libremente por la calle y generando miradas de envidia de otras mujeres, y de asombro por parte de los hombres.

Están también esas otras musas del cine, la televisión o las redes sociales, que no son tan anónimas como las anteriores, pues conocemos sus nombres y un poco de sus vidas también, y que causan en nosotros el mismo efecto de imaginar y desear ser ellas, aunque sea por unos minutos. Actrices, modelos, cantantes, youtubers, atletas, bailarinas y un largo etcétera, que con sus personajes y actuaciones nos sumergen en un mundo de fantasía y hacen que imaginemos ser Wonder Woman, o Bella, o Ariana Grande, o la Power Ranger rosa. Un enorme agradecimiento a cada una de ellas, pues al estimular nuestra imaginación y nuestras ganas de ser más femeninas, nos llevan a mejorar y refinar cada vez más nuestros rituales de transformación para acercarnos, aunque de manera asintótica, a su feminidad, delicadeza y belleza.