¿Estoy lista para salir en público?

Por: Victoria Cross

¿Estás lista?

Respuesta corta: NO.

Respuesta larga (pero no tan larga):

Eso dependerá de muchas cosas.

A ver, querida: a continuación, vas a leer lo que Yo considero mi experiencia particular y mi aprendizaje en más de treinta años en el crossdressing/feminofilia/travestismo (Iré llamando así, de estas formas a nuestra pasión, para que nadie se sienta apartada). No es nada fácil escribir esto, pero me ayuda tener en cuenta todas las opiniones y vivencias de cada una de las chicas que, indirectamente, me han acompañado a lo largo de estos años y con quienes estoy sumamente agradecida.

Lo siguiente te podrá parecer hasta pretencioso de mi parte, pero te repito, son mis vivencias y aprendizajes lo que leerás, si puedes aprender un poquito, verte reflejada o de plano repudiarme, por mí es misión cumplida.

Solamente quiero pedirte algo muy pequeñito: Comenta en este blog qué te ha parecido sin ningún tipo de restricciones salvo, claro está, las palabras altisonantes y los insultos. Esos me los mandas al privado.

En fin, comencemos.

Desde mi perspectiva, ninguna de nosotras está lista para salir en público antes de tener cierto nivel de conocimiento y práctica en algunos aspectos del crossdressing. Sin embargo, he sabido de chicas que se han aventurado en circunstancias de entera novatez y han salido bien libradas. Pero no son, ni de lejos, la norma.

¿Quieres mostrarte en público y expresar tu feminidad frente a todos? Bueno. Lo primero de lo que debes estar completamente clara es que LA CONFIANZA ES EL 90% DEL ÉXITO.

Parte del truco consiste en sentirte y verte tan mujer como seas capaz.

Deberás tener un mínimo de preparación en:

– Maquillaje y apariencia;

– Caminar como una mujer;

– Impostar la voz;

– El guardarropa;

– El transporte;

– El lugar y la hora;

– EL clima;

– El bolso y su contenido;

– Qué harás o qué pretendes hacer.

¿Te parece mucho? Es lo mínimo que deberías pensar y planear para una salida que resulte satisfactoria y estimulante.

Recuerda “AMAT VICTORIA CURAM” (La victoria favorece a los que se preparan).

Por supuesto que no te estoy pidiendo todo esto para que vayas y consigas pasar completamente por mujer, es descabellado, debes comenzar, al menos, por no cometer mis errores.

THE HOUSE OF HORRORS

Mi primera vez en público fue un desastre.

UN DESASTRE.

Por supuesto que ni me preparé ni me di cuenta de lo que hacía, solo me armé de valor, tomé mis cosas, me subí al auto y salí. No pensé ni por dos segundos en nada, ya que el impulso de hacerlo era suficiente y al llegar el momento y estar en sitio me encaré con la realidad: no estaba lista.

Deja que te cuente.

Fue un impulso que venía creciendo desde hacía meses, viendo como otras chicas en redes sociales presumían sus salidas… se veían tan cómodas y felices…

Tontita de mí, me pareció de lo más natural que subestimé una palabra, un término que pasó a convertirse en obsesión: PASABLE. Pero ya hablaremos de eso, primero terminaré la historia.

Por esos días, estuve asistiendo a una de mis maestras de la universidad en otro trabajo de docencia que ella tenía. Me pidió servir sus clases un sábado por la tarde pues ella no podría por asuntos de salud. En fin, que ese día me “preparé” con mucha ilusión: depilada y rasurada, me enfundé en mi ropa interior y mis explantes, cogí mi vestido favorito de ese entonces, unos jeans que me quedaban muy bien y ajustados, una blusa con lentejuelas muy bonita, unas medias, los taconazos y llené mi bolso con maquillaje, tomé las llaves y salí a mi clase muy emocionada. Todo bien hasta la hora de la salida:

  • Tuve que cambiarme y maquillarme dentro del auto gracias a que ese día el campus estaba lleno y no pude usar los baños como era mi plan y mi ilusión;
  • Obviamente el auto con el motor en marcha y sin arrancar hubiese llamado la atención de los que estaban en el parking y la seguridad no hubiese tardado en llegar, así que no pude usar el aire acondicionado y el maquillaje se correría por el sudor si no lo hacía y obviamente la peluca se hizo un lío. Tuve que salir del campus;
  • Como llevaba un segundo cambio de ropa, el que decidí llevar por si algo le pasaba al primero, acabé poniéndomelo en cuanto llegué a mi destino: un centro comercial. A todo este ajetreo le dieron las 9 pm, hora en que generalmente en esa zona no hay tráfico y se me hizo que podría conducir lo más de tranquila, pero no: los tacones no me dejaban;
  • Llegando al centro comercial me asaltó el primer horror: un guardia me dijo “buenas noches, Señor” fue un baldazo de agua fría. Allí perdí toda mi motivación y solo me quedó el orgullo. Sí salí del auto, pero fue a peor;
  • No podía dejar pasar la oportunidad de hacerme unas fotos, pero tuve la inquietud de buscar un lugar en el que no hubiese gente, así que tuve que caminar mucho entaconada y fue doloroso y algo vergonzoso no saber manejar aquellos hermosos zapatos. Al fin encontré el lugar…
  • Un par de chicas pasaron por allí y al verme cuchichearon algo y se rieron. Fue suficiente y decidí HUÍR de allí. Pero aún faltaba: la fila para pagar el boleto del estacionamiento. Habría unas diez o quince personas antes que yo y decidí irme al auto a cambiarme y desmaquillarme porque no daba más. Otra vez el martirio de caminar en mis tacones…
  • Mientras caminaba hacia el auto, un par de tipos me dijeron muchas cosas, hasta que uno de ellos se percató y le dijo a su compañero “es maricón, fíjate bien” y lo último que escuché fue un “adiós, princeso” que me duele hasta el día de hoy.

Está de más decirles que llegando al auto me deshice de mi atuendo entre lágrimas de frustración y me quedé allí un buen rato, esperando que nadie pudiera verme salir como chico después de entrar como nena. Pasó mucho por mi cabeza en esos momentos, cosas no muy agradables la mayoría y tristes las demás.

No quiero que eso te llegue a pasar y si ya sucedió, tienes mi simpatía y mi apoyo. Es duro ser Feminófila en Latinoamérica y nuestra cultura no parece moverse en la dirección correcta.

Pero avancemos, que ya casi terminamos esta parte.

Como habrás podido notar, hay una serie de errores de novata que cometí ese día e incluso antes. Te daré un tiempo para que logres identificarlos.

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¿Lograste verlos? ¿no? Bien, vamos a enumerarlos.

  • NO PREGUNTÉ POR EXPERIENCIAS NI CREÍ QUE VALÍA LA PENA PEDIR AYUDA. Primer error en una larga cadena de errores. Es fundamental que cuentes con la ayuda de tus “hermanas mayores” en estos menesteres. No dudes nunca en preguntar, para eso existen estos espacios, hay tutoriales, Vlogs… en fin, no estás sola, querida.
  • LOS ZAPATOS. Considero este un error garrafal. Si quieres salir en tacones, pero no los manejas y no estás acostumbrada NO LOS USES EN PÚBLICO. Por más lindos que sean, por más bellos que te queden y sean de 10 cm, por más que los luzcas como ninguna, simplemente no.
  • Los espacios públicos en los que pretendí moverme no eran adecuados o no preví que estuvieran lo suficientemente vacíos. Es imperativo ir ganando confianza, de a poco, entendiendo que tienes que acostumbrarte a ser vista, escudriñada, a los imbéciles y a veces al juicio de las hermanas Cis, aunque no el de todas.
  • ME GANÓ LA EMOCIÓN. Hay que tener la cabeza fría en estos momentos. La verdad es que llevaba un cambio de ropa para, según Yo, tener otro atuendo en el que fotografiarme, pero nunca pensé que sería por otros motivos. Tampoco pensé en llevar un cepillo para peinar mi peluca, otros zapatos o que mi bolso tuviera el tamaño adecuado para llevar lo necesario.
  • MI MAQUILLAJE NO ERA EL ADECUADO. Me gustaría que pensaras por un momento en todas las mujeres que recuerdas del día de hoy, y trates de recordar cómo iban maquilladas, si lo iban. Es decir, a las mujeres, a menos que la situación lo requiera, no les gusta maquillarse mucho por efectos más bien prácticos. En mi caso, mi maquillaje era EXAGERADO, MAL APLICADO POR LAS PRISAS y del barato, se corría con el sudor… y no solo el que me daba el calor dentro del automóvil, sino que el de mis nervios a tope en aquella noche y las prisas con las que me movía.
  • Para resumir, NO ME PREPARÉ. Y eso me lleva a lo siguiente.

LA SENCILLEZ ES LA CLAVE DE LA ELEGANCIA

Querida lectora: estoy convencida de que a todas nos fascina vernos muy femeninas y sensuales en nuestras casas, frente al espejo y para las fotos. Pero en la calle, esto puede ser contraproducente.

Por eso te preguntaré ¿Qué buscas al vestirte? Porque verte sexy y verte pasable, no necesariamente son la misma cosa. La feminidad no implica verte siempre “ultramegaohpordiosquémujerón”. Repito, no estás lista para salir en público… al menos hasta que entiendas qué pretendes al salir en femme de tu casa y que debes tener un mínimo de expertise en muchas cosas del quehacer crossdresser/travesti/feminófilo: desde el lenguaje corporal, caminar y vocalizar, hasta la selección del lugar y el propósito al que vas.

En el caso de salir en público, menos es más: menos sexy, menos llamativa, menos atrevida, significan menos miradas, menos comentarios, menos nervios. Disfrutarás más de la experiencia y ganarás confianza. Puedes verte sencilla y femenina a la vez, si no, pregúntale a madame Chanel.

Unos jeans y balerinas, una blusa y un bolso sencillo tienden a ocultarte a la vista pues no resaltas. Puedes andar por allí sin destacar, aunque sí habrá personas que te vean y se hagan preguntas, pero a menos que sea un perfecto imbécil, te aseguro que seguirá en sus cosas sin más.

Si deseas algo más femenino, como una falda o un vestido, asegúrate de lo mismo: que no sean llamativos. Pero esto en dos sentidos: que no llame la atención por ser demasiado femenino o demasiado llamativo por no poder disimular lo suficiente tus formas masculinas.

Verte “pasable” implica que la ilusión de verte mujer se ha llevado a cabo, y la verdad, es más complicado de lo que se oye.

SI VIS PACEM, PARABELLUM

No me arriesgo a parecer exagerada cuando te digo que el esfuerzo para salir a la calle, al menos en mi caso, es grande. La preparación de algunas de mis salidas me ha llevado, en algunos casos, semanas enteras, y si quise que fueran lo más tranquilas y satisfactorias posibles, pues tuve que ir a la guerra. Porque, antes que nada, quise saber a dónde iba y qué pretendía hacer allí. Eso me puso en la idea de un checklist que abarcaba todo lo que creí conveniente preparar para minimizar los riesgos de fracaso.

Cuando sales, debes cambiar el chip de la masculinidad con el que naciste por uno que debiste llevar algún tiempo “programando” para feminizarte y actuar conforme a ese esquema y en ese contexto: Si ha sido trabajado a conciencia, todo saldrá bien.

El lugar, la hora y la actividad, decidirán el atuendo, el maquillaje y la actitud. Deberás pasar horas frente al espejo decidiendo qué ponerte, cómo maquillarte y repetirlo hasta que lo domines. Tendrás que visitar como chico más de una vez el sitio al que quieras ir en girl mode, a las horas y días que creas conveniente para darte cuenta si estará concurrido, si necesitarás dinero en efectivo y calcular cuánto, qué clase de personas llegan habitualmente y si podrás estar allí tranquila el tiempo que necesites. De ser posible, visita y frecuenta espacios que sean LGBTI friendly y para eso recuerda que “Google lo sabe todo”

Deberás estar consciente de los medios que tengas para tu transporte seguro. Si tienes auto, genial. Si no lo tienes, pues obviamente es más complicado, pero no imposible. Recuerda que debes proteger tu “identidad secreta” lo más posible si no estás lista para decirle al mundo que eres crossdresser, y que la manera en la que te transportes, taxis, uber, autobús, bici, moto o lo que sea, ayuda a mantener esa identidad a salvo.

Si me preguntas, yo no saldría en público en una ciudad distinta a la mía, porque, para empezar, indistintamente de que creas que nadie conocido te reconocerá, podrías necesitar de algún conocido en una situación extrema; en segundo lugar, al no conocer el terreno, la inseguridad, tuya y del ambiente, va a estar presente en todo momento. Por eso, esa aventura será para mí en un plazo más largo.

Y bien, ya no quiero extenderme más. Si te parece que mi experiencia te sirvió y le servirá a alguien como nosotras, y que además acaba de empezar, no dudes en compartirnos.

Deja tu comentario y/o crítica de este artículo y sé feliz, sobre todo, feliz.

Victoria.

4 thoughts on “¿Estoy lista para salir en público?

  1. Hola en lo personal nunca abia pensado o soñado en salir completamente vestida , simplemente con traer una tanguita , o un brasier era suficiente para sentirme super femenina
    Pero conocí a una amiga que ahorita es mi mejor amiga que me convencio de salir vestida y me ayudó arreglarme
    Hasta que un día era el día que saldría la de amigas básicamente no me maquille pero si depile arregle y con tacones , ya antes anduve practicando con los tacones el caminado coqueto y al mismo tiempo derecha
    Pero todo no me preparo para ese día, la verdad fue super genial , recibí alagos coqueteos , lo locales donde pasamos me decían señorita y como fue en la zona rosa pues es un ambiente de muchos géneros y la gente está acostumbrada aver travestis
    Los tacones solo los aguante como 30 min , pero fue de las mejores experiencias
    Hasta ahorita solo eh salido 3 veces completa vestida y me estoy preparando para salir en la marcha como toda una señorita empoderada, estoy feliz por qué las personas que saben de mi travestismo me apoya y quieren estar ese día conmigo

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  2. Me encantó tu artículo…también se me ha cruzado la idea de salir y ya lo habría hecho de no ser porque tengo barba…y por más que la cubre bien el maquillaje, no tengo la piel tan linda que tienen las niñas bio o algunas otras hermanas que son lampiñas básicamente. A pesar que creo que domino el caminar en zapatillas y mi figura delgada y postizos me ayudan, hasta ahora sólo me he atrevido a moverme en TVGlam y se los recomiendo mucho. Igual la pasas lindo en una ambiente para nosotras y puedes ir soltandote más para dominar una imagen femenina e incluso…también recomendaría salir con otra amiga con más experiencia o con un chico si tienes un lindo amigo que sea tu cómplice.

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  3. Cometí el error de no usar la ropa adecuada ni el calzado en mi primera ocasión con interacción de gente y al público. También aunque sólo fueron cuchicheos, me dieron el bajón. Aunque ya con el tiempo aprendes a ignorarlos y también a usar una ropa más adecuada. No se dejan las faldas shorts o cosas por el estilo. Solo aprendes a ver qué ropa te favorece más. Una lección de maquillaje sencillo pero que afemine lo suficiente debe ser un must!
    Pero coincido contigo. He ido a muchos lugares cotidianos vestida en la actualidad. Aunque aún me faltan muchos, siento que he llevado mucho progreso.

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